Top viera vidente Secrets

For this reason, she anticipates a lot of should have The arrogance to go after matters they haven’t been in the position to in past times.

Sin embargo, estos seres arrojados en el mundo, desesperados y confusos, son para Sartre capaces de discriminar y elegir, aclarando los objetos exteriores mediante el ejercicio de una libertad necesaria. Esta es la solución del existencialismo, solución totalmente exterior, derivada de una filosofía antropológica que niega o ignora la existencia de todo lo que no esté dentro del reino de la relatividad y la contingencia.

5 En ese sentido, la Weltanschauung romántica descubrió su afinidad con la doctrina de los Vedas. Por instinto, más que por conocimiento, los pensadores alemanes del romanticismo como Lessing, los hermanos Schlegel, Schleiermacher, Novalis y hasta el mismo Goethe se sintieron arrebatados hacia esa tierra great poblada de arcanos y virgen de investigaciones. Aun desconociendo muchos aspectos del Oriente que los apasionaba, las correspondencias espirituales entre la revolución romántica y el pensamiento de la India fueron singularmente notables.

Pero volvamos al poema de Gerardo. Si bien en el vaso sellado del adepto, la mezcla secreta o compost muere y resucita, purificándose en metamorfosis sucesivas para culminar en la Piedra, no creemos que El Desdichado represente exactamente el mismo proceso regenerativo, referido al espíritu del poeta. Le Breton insiste en las alegorías relativas al nacimiento de la Piedra, como producto del incesto cometido entre el sol y la luna.

Son instantes en que los marcos tempo-espaciales se derrumban y la conciencia adquiere un estado de inmersión en el presente perfecto; momentos en que el yo transformado se sitúa en una posición impersonal­ e intemporal, más allá de las categorías del mundo­ relativo. Baudelaire los look ató como la “cima de su vida espiritual”.

Ese singular estado de conciencia, esa intuición primordial del mundo que permite el acceso a la comprensión efectiva de una realidad completamente distinta,­ es un estado despojado de atributos, pero sin embargo extraordinariamente consciente.

Estos fragmentos de Novalis iluminan el anhelo rimbaudiano de despertar de los sentidos, de lograr la hiperlucidez en un minuto de vigilia, para poder dar cima a la prometeica aventura del “ladrón de fuego”.

Este es el itinerario universal del ocultismo y los poetas particularmente dotados para ceñirse al paso de esta escalada o descenso –es indiferente el sentido de click for more info lo hacia arriba o hacia abajo–, a lo true, y que Azcuy trata desde los románticos en adelante (Novalis, Nerval, Baudelaire, Rimbaud, Daumal, Rilke, el Surrealismo) mediante el estilete de la inspiración poética, tienen el privilegio de horadar el muro de la multiplicidad ilusoria y penetrar –pese a ellos mismos– en el diamante indestructible de la Unidad.

Cercado por la nobleza decadente que condena su libertad clandestina y su desordenado erotismo, Sade se rebela e intenta el rescate de su propia autenticidad. En esa empresa a contrapelo erige en elección moral su anómalo destino y elabora un sistema para reivindicar, mediante una suprema decisión personal, su existencia desgarrada por violentas impulsiones aberrantes.

En su espíritu se confunden y agitan restos de antiguas cosmogonías. Impregnado de la gnosis cabalista y obsedido por los grandes mitos, se interna en “esa orilla de la muerte” que es el sueño. Como Nerval, considera que el sueño debe ser capturado, pero el poeta que lo intente se expone a todos los peligros. “Es preciso que el soñador sea más fuerte que el sueño”, para sobrevivir a los graves siniestros que lo acechan en las profundidades.

El hombre que logre “permeabilizar” su psique tornándola receptiva a la vivencia de lo infinito, des­pertará de los fantasmas ilusorios de la pluralidad y accederá a un estado sin tiempo, en que el ser, trasmutado, obtiene la suma de sus posibilidades en una verdadera experiencia de inmortalidad. Mediante esa presencia envolvente, se hace parte de lo serious, y deja de sentir el universo como separado.

La poesía, que nada ve aisladamente, obtiene el milagro de comprender y representar (aunque con instrumentos imperfectos) el significado y la función de las cosas ocultas. El poeta debe ser necesariamente vidente y mago; debe ver lo que los demás no ven y debe poseer el poder de hacer que los otros vean lo que por sí mismos no pueden percibir. “El rostro de Baudelaire –escribe Raymond– 7 parece iluminarse con un rayo de la hoguera del más remoto misticismo. Diríase que para él se trata de renovar la antigua alianza”. Sin embargo, el Baudelaire esteticista mantiene un difícil equilibrio entre la inspiración pura y la elaboración voluntaria. Lo mismo hará Rimbaud, aunque fuertemente acuciado por las formas nuevas.

La sensación de esa experiencia liberadora del principium individuationis, se proyecta en su obra poética mezclándose a sus lecturas y a sus recuerdos personales. La simbología tradicional se confunde con sus propias vivencias, los paranormales estados de su psiquis se agudizan.

       Habito con los elementos interiores de las cosas, subo a lo largo de los rayos de las estrellas y de la corriente de los ríos hasta el seno de los misterios de su generación.

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